domingo, 4 de abril de 2010

MI ABUELITO VICENTE

Mi abuelo se llama Vicente Ramírez Olvera, actualmente vive en Cuautitlán, Estado de México y quiero escribir acerca de el porque es para mi un ejemplo a seguir y un motivo para sentirme orgulloso, desde que tengo memoria a mi abuelo jamás le he oído decir o hacer algo que disguste a los demás, siempre trata a las personas de una forma muy respetuosa y amigable pues casi con cualquier persona se pone a platicar y a contarle anécdotas de su vida , de cuando trabajaba en el campo, de cuando llego a vivir al estado, de la guerra de los cristeros (este fue un conflicto armado que duro aproximadamente 3 años de 1926 a 1929 entre el gobierno de Plutarco Elías Calles y la milicia de laicos, presbíteros católicos que resintieron la aplicación de legislación y políticas públicas orientadas a restringir la autonomía de la Iglesia católica.)


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Algo de lo que mas le gusta platicar es de la biblia, creo que en parte el ser una persona muy religiosa le ha ayudado para nunca tener problemas con nadie, en cualquier platica con el siempre te menciona algo de la biblia, pero es bueno porque siempre te da consejos, te dice que trates de ser buena persona y que no le causes preocupaciones a tus padres, también te recomienda que no hables mal de la gente.



El nació en Querétaro, Querétaro en un rancho llamado “Pita” en el año de 1917, es el menor de cuatro hermanos: Manuel Ramírez, Elpidia Ramírez, Guadalupe Ramírez y Vicente Ramírez, sus padres Paulino Ramírez Arce y María Félix Olvera, ellos vivieron en el rancho de pita hasta que mi abuelo cumplió 4 años, y tuvieron que ir a vivir a otro lado por que su papá tuvo problemas en ese lugar. Se fueron a vivir al municipio de El Pueblito, Querétaro a rentar una casa que por cierto estaba al lado de una cárcel; cuenta mi abuelo que estudio en una escuela de el pueblito donde asistió por primera vez a clases, la escuela se llamaba Valentín Gómez Farías y creo que hoy en día sigue siendo escuela; dice que sus hermanos también iban a esta escuela, que los salones de clases eran compartidos por alumnos de diferentes grados por que el número de alumnos era reducido, que era una escuela del gobierno y que había carencia de libros, ellos tenían que compartirlos, y que no todos concluían sus estudios que casi todos solo estudiaban la primaria y que pocas mujeres iban a la escuela, dice mi abuelo que el solo estudio cuatro años de primaria.


Apenas había iniciado sus estudios cuando murió su mamá el dice que murió de “susto” que se le derramo la bilis o algo así. Que una noche un reo se fugó de la cárcel, salto la barda de la cárcel y callo en el patio de la casa donde vivía mi abuelo, al escuchar ruidos se levanto Don Paulino el papá de mi abuelo y forcejeo con el reo hasta que lo sacó de la casa, al ver esto Doña Félix se asustó mucho y enfermó, dice mi abuelo que por este motivo murió su mamá.


Al poco tiempo de la muerte de Doña Félix decidieron ir a vivir a un rancho que se llama “el Jaral” donde Don Paulino tenía familiares y se dedicarían como antes a Trabajar la tierra, dice mi abuelo que la vida en el rancho era muy tranquila y que las actividades comenzaban desde muy temprano como a las 5 de la mañana cuando las mujeres iban al molino a moler el nixtamal para preparar las tortillas y el atole, para que toda la familia desayunara, como mi abuelo quedo huérfano quien se encargaba de hacer todo esto era su hermana Elpidia, mientras que mi abuelo, su hermano y su papa iban a trabajar.


Ellos trabajaban una tierra que un tío les regalo, sembraban maíz y frijol pero lo hacían por temporal (esperaban el tiempo de lluvias para sembrar) y lo que cosechaban lo vendían en las haciendas vecinas o lo iban a vender al centro de Querétaro.


Cuando mi abuelo cumplió 14 años, llegaron al rancho comisiones para aplicar una ley que estaba entrando en vigor en todo México, esta ley se llamaba ley de la reforma agraria, la cual proponía el reparto de tierras por igual, pues algún día un puñado de persona lucharon por estos ideales “la tierra es de quien la trabaja”. Las tierras empezaron a ser expropiadas acto que perjudicaba a quienes mas tenían lógicamente, por lo que las personas hacendadas se levantaron en armas y comenzaron una lucha para defender sus tierras, y las personas que menos tenían se verían beneficiadas pues tendrían tierra que trabajar y además ya no tendrían que trabajar para las haciendas, pero había un predicamento, las personas hacendadas tomaban represalias contra las personas que decidían aceptar la tierra que la reforma agraria les daba, dice mi abuelo que los “rebeldes” así les llamaban a quien el gobierno le había quitado su tierra algunas veces mataban a los que aceptaban tierra, a mi abuelo no le toco tierra pues deberías de ser mayor de edad para que te tocara un pedazo de tierra, pero don Paulino si aceptó y esta es la tierra que trabajaron casi toda su vida hasta que mi abuelo se caso y decidió ir a vivir al Estado de México con los papas de mi abuelita.

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